martes, 28 de agosto de 2018

EL VIEJO PIROTÉCNICO (Cuento)



       Después de la cena, don Alberto, y doña Ana,  dieron un paseo por el jardín de la casa. Tanto tiempo casados, y aun no dejaban la costumbre de andar tomados de mano. Se les veía felices, tanto, que la satisfacción de su vida plena no podía quitarla el recuerdo de la juventud ida hace tiempo, ni la soledad en que vivían después del matrimonio de su única hija, pues  realmente se sentían realizados. 

        Alberto,  había hecho fortuna con su fábrica de fuegos artificiales, una de las más importantes del país, por su especialidad en producir los cohetes más vistosos y explosivos en su área. Cuando sintió que debía hacerlo, vendió la fabrica,  para un retiro de por vida. Fue allí donde conoció a la mujer que le dio la felicidad anhelada, y que lo acompañaría por siempre.- Hasta que la muerte me separe.- repetía.

        Distante estaba el estadio de béisbol, con sus ruidos apenas audibles, que en nada quitaba la paz a los vecinos a un kilómetro a la redonda. Ese día se celebraba el último  partido de la serie de béisbol de grandes ligas que  había llamado la atención de todo el país.

        Hacia apenas un año que la administración del estadio, había contratado a un joven para sustituir al viejo encargado de la pirotecnia que había muerto, y que  también era el que hacia los pedidos  de  los fuegos artificiales de producción nacional. Para esa noche tenían preparada una batería de fuegos artificiales comprados en el extranjero, nunca vistos en el país, que les auguraba el éxito total del evento.

        A las diez de la noche, aquella pareja adorable dormía profundamente. No se dieron cuenta, cuando uno de los equipos de béisbol  salió vencedor, ni cuando se hizo la entrega  de la gran copa de la victoria.

        El grupo de pirotécnicos esperaba la orden de comenzar el espectáculo. Se consideraba que aquellos fuegos artificiales eran cien veces más poderosos que todos los usados en series anteriores.

              El joven encargado de la  pirotecnia  esperaba el momento,- Preparados…FUEGO-
El cielo se alumbró, con potentes explosiones que se disgregaban en miles de fulgurantes estrellas multicolores, y variadas formas. No se dieron cuanta cuando un cohete explosivo surcó los aires fuera del área de juego.

       Un proyectil entro de forma meteórica por   la habitación de   los esposos, que al despertar asustados sólo atinaron a decir cuando lo vieron arder.- FUEGO- y explotó.

        A la mañana siguiente, pudo verse  con claridad la terrible tragedia. La casa quedó reducida a cenizas por aquel infernal incendio, mientras los cuerpos de los ancianos fueron hallados carbonizados, entre los escombros.  

        En los alrededores del estadio, la brigada de mantenimiento desarmaba las cajas de fuegos artificiales. En la parte  inferior de la madera   podía verse con claridad aquella frase: 中國製造  Hecho en China.



       
       
FIN


Pablo Martínez
Dominicano

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